Guardianes

Su padre, un próspero mercader gallego, miembro de la nobleza de la familia real, y su madre, una franco-gallega de gran influencia en la corte de Francia, tuvieron seis hijos, siendo él el mayor. Desde joven, recibió educación con padres y monjes italianos, aprendiendo, además del español, latín, italiano y francés.En 1095, el Papa Urbano II declaró la Primera Cruzada, convocando a los cristianos europeos a guerrear contra los musulmanes y liberar Jerusalén, estableciendo una nueva iglesia en el territorio sagrado. Contra la voluntad de su familia, decidió unirse a los cruzados en 1097.Al presenciar los dolores y sufrimientos de las batallas, comenzó a cuestionar si el camino que había elegido era el correcto o no. La Orden de la Cruz Azul, a la que pertenecía, percibió esta oscilación en sus convicciones y empezó a observarlo con otros ojos. Junto a los padres, estos cuestionamientos se volvieron cada vez más frecuentes, llevándolos a enviarlo a batallas más intensas, de las cuales difícilmente saldría vivo. En una de esas ocasiones, regresó casi muerto, siendo atendido por monjas franciscanas.Su familia, que no tenía noticias de su paradero, envió a un comerciante árabe con su comitiva —compuesta por esclavos y guardias— en su búsqueda. El comerciante, que también buscaba especias, lo encontró y le entregó una carta escrita por su familia. El plan era que él permaneciera entre nueve y diez meses en la región, encontrando y preparando las especias, y, posteriormente, regresara a la ciudad de sus padres, llevando las respuestas a las cartas.Durante este período, este templario conoció a la hija del comerciante, una mujer morena de ojos verdes y piel de durazno. Con el tiempo, se hicieron amigos, acercándose cada día más, hasta que se enamoraron.

Pidió a los sacerdotes que se retiraran de la Orden, justificando que se había enamorado y deseaba volver a Galicia para construir una familia. Sin embargo, los sacerdotes, al no aprobar su relación con una mujer de origen árabe, lo encadenaron, invadieron el campamento de la comitiva, prendieron fuego a las estructuras y arrestaron a toda la familia del comerciante. Más tarde, en un juicio, acusaron a la mujer de brujería y la quemaron en la hoguera frente a su amado.

El Templario ganó su libertad prometiendo que volvería a la Orden, pero no cumplió su palabra. En una noche, irrumpió en los aposentos de los sacerdotes y los mató a todos. En su huida, fue capturado en el puerto de Trípoli y llevado a la ciudad de Oporto, en Portugal, donde fue juzgado y quemado vivo.

Antes de su muerte, solicitó una medallita de San Jorge, pues él pertenecía a la Orden de los Templarios Azules. Tras su desencarnación, fue acogido por los enviados de San Jorge donde fue designado para trabajar en la Ley y el Orden de los seres humanos. Él actúa en la apertura y cierre de caminos, en la prosperidad, salud e intelecto de los seres vivos. En la Umbanda se le designó el nombre de Señor Exu Tranca Rua das Almas para una mayor aproximación a los necesitados. NUNCA OLVIDES QUE UN GUARDIÁN DE LA LEY NUNCA COBRA Y NUNCA PIDE, ¡ÉL TRABAJA SIEMPRE EN LA LUZ DIVINA DE NUESTRO PADRE TODOPODEROSO!